Estación
de Shibuya, y al frente de la entrada principal encontraron el
monumento de bronce construido en honor al Perro Hachiko. En pocas
palabras, esta es su historia (por si no se la conocen):
Hachiko acompañaba a su amo cada mañana hasta la estación de Shibuya, donde lo despedía cuando éste iba a trabajar. Y por las tardes, cuando su dueño regresaba, el perro lo esperaba en la puerta de la estación pacientemente. Lo impresionante es que, incluso tras la muerte de su amo, Hachiko volvió cada día a la estación a esperarle ¡¡hizo esto durante diez años!!, momento en que él también falleció.
Hachiko acompañaba a su amo cada mañana hasta la estación de Shibuya, donde lo despedía cuando éste iba a trabajar. Y por las tardes, cuando su dueño regresaba, el perro lo esperaba en la puerta de la estación pacientemente. Lo impresionante es que, incluso tras la muerte de su amo, Hachiko volvió cada día a la estación a esperarle ¡¡hizo esto durante diez años!!, momento en que él también falleció.
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